sábado, 25 de septiembre de 2010

Urban Sketchers

USK network

Desde hace unas semanas soy flamante miembro de Urban Sketchers, una organización no lucrativa que reúne a decenas de dibujantes tanto aficionados como profesionales de todo el mundo, que “dibujo a dibujo”, muestran el lugar en el que viven.

Urban Sketchers (USK) fue creada en 2009 por Gabriel Campanario, periodista e ilustrador español radicado en Seattle, y que en 2007 tuvo la idea de poner en contacto a entusiastas del dibujo en diferentes países con el fin de formar una red. Para pertenecer a esta comunidad, hay que ser un apasionado del sketch (boceto, apunte o dibujo rápido). USK no está reservado a los profesionales de las artes visuales ni de la ilustración, sino que está abierta a toda persona para quien dibujar sea parte de su vida diaria. En mi caso así ha llegado a serlo. USK es una comunidad de encuentro y de intercambio entre gente que pasa sus momentos libres registrando con lápiz y papel escenas cotidianas. Algunos de los propósitos de USK son:

-Dibujar en exteriores y en directo

-Describir las ciudades donde vivimos y a las que viajamos

-Documentar con dibujos momentos y lugares

-Utilizar diferentes técnicas y materiales y cultivar un estilo propio

-Apoyarse mutuamente y reunirse para dibujar cuando sea posible

-Compartir dibujos en línea

-Mostrar el mundo, dibujo a dibujo

Haciendo click aquí se puede ver la lista de miembros por países. En Suiza, hasta el momento, somos sólo tres. Espero que este número aumente, pues me gustaría mucho conocer a otros entusiastas del sketch y reunirnos en uno de los sketchcrawls (maratones de dibujo) que se organizan varias veces al año en muchas ciudades alrededor del mundo.

http://www.urbansketchers.org

domingo, 12 de septiembre de 2010

Domingo

Nuestro típico domingo empieza con café, croissants calientitos, un brioche o con pan multicereal, salidos del horno de una de las varias panaderías de Carouge, nuestro barrio. Para acompañar el pan, mermelada de naranja, de frambuesa o miel cremosa, que untada sobre una rebanada de brioche es una delicia. El desayuno en la parte de habla francesa de Suiza, donde vivimos, es dulce. En la parte de habla alemana es salado, con diferentes tipos de pan, quesos y carnes frías. Sin embargo, en ningún caso es caliente Ya me he acostumbrado, aunque no dejo de recordar con gran nostalgia los desayunos en México, con huevos, chilaquiles, molletes, enchiladas, hot cakes y tantas otras cosas ricas. Aquí, el brioche y los croissants se reservan para los domingos. El resto de la semana desayunamos café, pan tostado, yogurt o muesli.

En Suiza, por protección de las condiciones de trabajo, los domingos todos los comercios están cerrados, con excepción de unos cuantos, como las panaderías, que abren por la mañana y se llenan de gente en busca de pan para un tardío desayuno. También abren las pastelerías, que los domingos exhiben en sus vitrinas apetitosas tartas de manzana o de ciruela, strudels o éclairs de chocolate de los que, si uno va después de las cinco de la tarde, ya no encuentra casi nada. Los cafés también están abiertos, y a eso de las tres de la tarde también se llenan de gente que se encuentra con amigo a tomar un café, un vinito o un helado. En México, pienso, el domingo a las tres de la tarde es la hora de la la comida. Nadie iría a tomar un café a esa hora (¿o si?). Aquí la hora de la comida es a las doce o a más tardar a la una, por lo que las tres es la hora del café, que en México tomamos a eso de las 5 o 6, a veces incluso más tarde. Me resulta curioso pensar cómo la vida de las personas se organiza en unos y otros lugares en torno a horarios definidos quién sabe cómo hace quién sabe cuánto tiempo. Costumbres que nos permiten funcionar en una determinada sociedad. ¡Nunca por ejemplo, podría invitar a alguien aquí a comer a las tres de la tarde o proponer café a un amigo en México a esa hora!

El resto del domingo transcurre entre lectura del periódico, un paseo en el parque, encuentro con algún amigo para café –a las 3:00- o película en casa y revisión de pendientes para la semana.