jueves, 30 de diciembre de 2010

Los últimos días del año

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Cómo disfruto estos días entre la Navidad y la Noche vieja. Terminó la agitación de los preparativos navideños. Todo está en calma. Nuestro ánimo sigue festivo, pero ya no salimos mucho ni tenemos compromisos. Afuera, nieva por momentos y luego la nieve va convirtiéndose en lluvia. El cielo está gris y hace frío. No dan ganas de salir a la calle; preferimos arrellanarnos en el sofá o en el sillón, cada uno con su lectura. Dom prepara té; ponemos un CD de jazz o de música de temporada (sobre todo Bach y Haendel este año) y volvemos a nuestro libro. Así pasamos la tarde, entre charla y lectura. Así transcurren estos últimos días del año: lentos, tranquilos, domésticos.

xmastree



martes, 28 de diciembre de 2010

Esta Navidad

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¿Cómo celebramos esta Navidad? Como ya se ha vuelto tradición, la celebramos anticipadamente en Estrasburgo, en casa de nuestros queridos amigos Jill y Jean-Marie. Pasamos unos días de animadas conversaciones en torno al árbol de Navidad tomando vinito caliente; visitas al mercado de Navidad; salidas a la ópera (La belle Helène, de Offenbach) y a un buen restaurante, en el que festejamos los cumpleaños de Dom y de Jean-Marie.

De vuelta en Ginebra, celebramos con Liz, nuestra amiga entrañable y con Mariana y Anilú, sus dos sobrinas, que llenaron la casa de alegría y entusuasmo. Fue una Navidad blanca (ha estado nevando desde el día 24); una Navidad de reencuentros, de gratos momentos, paseos, películas de temporada, té calientito al llegar a casa después de un día en el frío.

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En medio de la alegría, también añoramos mucho a nuestra querida tía Bety (Ticho), mi segunda mamá, que partió muy pronto dejándonos un vacío infinito. Ella adoraba esta temporada, y recordar con qué entusiasmo decoraba su casa, escogía sus regalos y esperaba con impaciencia que llegara diciembre nos ayudó a no estar tristes esta primera Navidad sin ella El día 24 en la mañana subimos en tren de cremallera al Rocher-de Naye, en los Alpes, a donde fuimos con ella. Ahí arriba, evocamos con amor y gran nostalgia aquel paseo que hicimos juntos hace apenas unos años.

Extrañamos mucho por supuesto a nuestros amigos más íntimos y a nuestra pequeña familia en México, sabiendo que estas fiestas serían difíciles para todos; el primer diciembre sin nuestra mamá Ticho, que ahora vive en el corazón de cada uno de nosotros.


jueves, 9 de diciembre de 2010

Café y amigas

Foto: Pexels.com

Hace mucho que no pasaba una mañana tomando café con una buena amiga y esta semana me sucedió dos veces. Casi había olvidado lo bien que hace compartir experiencias cotidianas con alguien que hemos ido conociendo poco a poco y que ya forma parte de nuestra vida. Una mañana entre semana; un acogedor café céntrico poco concurrido aún. Cafés, croissants, conversación, actualización de noticias, intercambio de puntos de vista. Pasamos un buen rato en el lugar, tan acogedor en un día frío. Salimos a la calle y caminamos todavía un rato juntas. Nos detenemos a ver los aparadores y las decoraciones navideñas. Qué sensación tan agradable de familiaridad y cercanía que por fin, después de siete años de vivir en esta ciudad, he encontrado con personas de horizontes y edades diferentes,con quienes comparto sueños, experiencias, una misma latitud y el mismo huso horario.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Lecturas invernales

Por fin, terminó el trabajo y dispongo de un mes de diciembre relajado. Una de mis actividades preferidas de esta temporada es acurrucarme en el sofá con lectura placentera e inspiradora. Desde hace un par de años, he ido formando una pequeña biblioteca de Navidad. Para mi deleite, descubrí que en la tradición literaria anglosajona se publican -y leen – muchas novelas que se desarrollan en esta época del año. El ejemplo más típico del género es A Christmas Carol (Canción de Navidad), de Charles Dickens, publicado en 1843. Otro ejemplo son las novelas de misterio navideñas de Anne Perry. Cada año se edita en inglés una profusa literatura ambientada en Navidad. Aquí, a fines de noviembre llegan las novedades a las librearías. El año pasado, fue The Ecco Book of Christmas Stories, una recopilación de relatos de varios autores, y The Gift, de Cecilia Ahern Este año, leeré The Christmas Mystery, dell noruego Jostein Gaardner (autor de El mundo de Sofía), y Christams Eve at Friday Harbour, de la estadounidense Lisa Kleypas.
No en todos los casos se trata de gran literatura. Lo que disfruto más que nada son los ambientes festivos e invernales y los estados de ánimo que muchas de estas novelas captan tan bien.
Cuando está nevando (como toda la semana pasada), nada nos parece tan reconfortante a Dom y a mí como arrellanarnos en el sofá, y pasar horas deliciosas leyendo, al abrigo del frío y de las inclemencias del tiempo.